Belgrado se encuentra entre lo nuevo y lo viejo. Edificios grises, comunistas y destartalados, contrastan con los edificios de la nueva Belgrado. La ciudad se puede ver en un día si se va a buen ritmo o dos para disfrutar más de su vida y hacerlo más relajado. Hay mucha vida en la calle, tanto durante el día como durante la noche. Durante el día lo llenan las familias con sus niños, grupos de señores jubilados que quedan para charlar en una cafetería mientras se fuman sus cigarros tranquilamente, sus mujeres que quedan también juntas para cotillear entre ellas, vendedores ambulantes de maíz, …. Por la noche Belgrado cambia de color: se viste de fiesta y la música se escucha por todos los rincones de la ciudad: barcos amarrados al río son discotecas flotantes en el río, con música de última moda y cocktails a buen precio. Uno tras otro, hay más que suficientes para elegir. Llenando el río de fiesta hasta que el sol salga por la mañana.
Qué ver en Belgrado:
– El barrio bohemio ‘Skadarlija’: básicamente es una calle peatonal escondida entre avenidas y polución. Como un oasis en pleno centro de ciudad gracias a sus árboles, donde los artistas, las cafeterías, los restaurantes y los puestos de artesanía se mezclan entre sí. Aquí la vida ocurre sin prisas y las paredes de los edificios han recuperado sus colores vivos y alegres cuando el arte callejero no les ha dado otra vida.
– La zona peatonal de la ciudad vieja: La única parte de la ciudad que no quedó destruida tras las guerras y bombardeos. Está renovada y es un paseo agradable entre comercios, bares y vendedores ambulantes que también contrasta con la arquitectura y ambiente del resto de la ciudad. Empieza en la plaza Terazije o desde la plaza de la República y continua en la calle principal, Knez Mihailova. Desde esta salen varias callejuelas también muy monas. Al final de la calle Knez Mihailova, se llega al Fuerte de la ciudad y al zoo.
– El templo Sava: una de las iglesias ortodoxas más nuevas de la ciudad que a nuestra visita, Septiembre 2014, su interior aún estaba en construcción. Hay que tener en cuenta que hace sólo 20 años que Serbia no tiene guerras con lo que es normal que puntos turísticos tan claves como éste aún estén en construcción. Desde el templo Sava, se puede coger la calle Kralja Milana, hasta Terazije, donde se encuentran varios edificios del gobierno y es un agradable paseo por otra zona de la ciudad.
– El fuerte, el zoo y la catedral, se encuentran la final de la calle Knez Mihailova y la catedral a 2 minutos a pie de la entrada del fuerte. La catedral es menos imponente que el templo Sava, pero es el centro de los sacerdotes ortodoxos de Serbia y los países limítrofes con lo que te cruzas con bastantes de ellos por la calle.
– Salir de fiesta: no se ha vivido la experiencia serbia si no se ha salido de marcha en alguno de sus barcos-discotecas del rio Saba, cenando sin horarios y bailando hasta que el cuerpo aguante. TODOS LOS DIAS DE LA SEMANA 😉
– La península de Ada ciganlija: la excursión más famosa para los de Belgrado: Una península en el río llena de cafés, restaurantes, actividades acuáticas como remo, esquí acuático o bungee jumping, voley playa, y un largo etc de incontables posibilidades. Uno de los destinos más famosos para el fin de semana de los serbios de Belgrado.
Me encantó la ciudad. Todo lo que ella ofrece: horarios amplios en los comercios, vida en la calle, incontables bares y terrazas, comida muy rica, fiesta durante la noche todos los días que se desee, muchisimo arte callejero, música y restaurantes de todas las nacionalidades y lo más importante: gente muy muy acogedora pese a todo lo que han sufrido.