Aquí en Filipinas, en lugar de una linea de bus local para dentro de una ciudad, hay los llamados «jeepneys», unas coloridas y tuneadisimas mini furgonetas que pueden llevar hasta… bueno, hasta que el cobrador del jeepney decida que no caben mas personas ni maletas ni niños 😉 Desde que hemos entrado en Filipinas, y de eso ya hace mas de mes y medio, nunca hemos visto a un cobrador de jeepney considerar que su jeepney ya estaba lleno. Más bien lo contrario: como el resto de asiaticos o los africanos, a nuestros ojos no cabe ni un alfiler más pero resulta que no estamos entrenados a la vista de tetris que tienen ellos, donde la barra horizontal es el asiento, el cubo las mochilas, y las sillas los pasajeros. Y la escena de juego se va llenando y llenando y a veces tienes suerte y unas piezas del interior se van, aunque en la vida real tengan que hacer malabares con el cuerpo para salir. Y el tamaño de los espacios es tamaño «filipino», es decir, para bajitos, estrechitos y delgaditos. No os vamos a deleitar con una foto nuestra en medio de todo ese gentio junto con nuestras mochilas.

Eso sí, siempre se reían y hacen juego con nostros.

Los diseños de los jeepneys son super poperos, combinando dibujos religiosos de Jesús que parece que en la época de Jesus en vida ya hubieran discotecas de la de colores y musica que le ponen a su alrededor (les encanta la fiesta, sea en jeepney, en casa o en la calle).

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Uno de tantos jeepneys, cada uno decorado al gusto del propietario

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Siguiendo con transportes, aquí, como en el resto de Asia, no podian faltar los triciclos (parecidos a los tuk tuk de India o Thailandia). La diferencia es que aquí, todos, sin excepción, llevan mensajes de la Biblia escritos cuidadosamente en pintura. Otras partes del triciclo pueden estar desgastadísimas…, pero el mensaje de Dios estará bien cuidado.

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Son fans de cantar en karaokes y sentirse como el mejor de los cantantes internacionales durante los minutos en los que son dueños del micrófono. Y no es cuestión de adolescencia, gusta tanto a ancianos, como adultos y niños, hombres y mujeres. Nos fuimos a cantar en uno y nos adoraban. Imagino que les hacia gracia que dos «western» entraran en un «karaoke box» (viene a ser como una cabina de teléfono pero donde se hace karaoke y caben hasta unas 4-6 personas) y entregaran sus no-dones cantadores mientras se divertían junto a los otros karaoke box llenos de filipinos. Nota: pese a nuestros desafinos, conseguimos una puntuación de 100 sobre 100. ¿estaran trucados estos karaoke box? 😉

Hay palabras en tagalog (el idioma mayoritario de Filipinas) donde de repente me siento en España: churros, chorizo, calamares, sombrero, sapatos (con «s»), uno, dos, tres, cinco… Pero sin duda la que mas me gusta es «chinito», que viene a ser como llaman los filipinos a los filipinos que parecen chinos: ¡oh! ¡Un chinito! 😀

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Ojo: ¡hay una palabra que es igual pero con distinto significado! Muchos carteles dicen… «se busca yaya» 🙂 No es que vayan buscando abuelas desesperadamente, sino que aqui «yaya» significa «nanny» o canguro de niños. Aunque pensandolo bien… Puede que sí signifiquen lo mismo 😉

Y otra graciosa es «puto», una madalena de arroz típica de aquí.

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Otra de las curiosidades es la manera que tienen de indicar al conductor del jeepney que debe parar. Aqui no hay paradas de jeepney preestablecidas, sino que la gente se sube donde quiere haciendole hola al conductor para que «pare» (entre comillas porque suelen hacerte subir con el jeepney en marcha  ;), y una vez dentro, cuando quieras bajar tienes dos maneras de avisarle: o bien das golpes fuertres al techo para que el conductor te oiga, o bien gritas: «¡para!», y para 🙂

Filipinas está lleno de cadenas de comida fast food tipo americanas. Tienen un montón de propias así como las más conocidas americanas. Y siempre SIEMPRE están llenas.

Para fin de año, a las chicas les encanta ponerse diademas con orejas de conejo o bien diademas o gomas con luces y colores. Sin duda un escaparate de complementos creativos para la mujer. Y no bailan mucho, tan solo cantan. Sólo éramos los extranjeros europeos los que bailábamos. Pese a ello, empiezan a celebrarlo un día antes con petardos, música en la calle, bailes en la calle, etc. ¡Tienen mucha marcha!

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Fiesta de fin de año 2012 en el centro de Manila

Y durante el año, ya seas adulto o niño, hombre o mujer, es moda llevar gorros con forma de peluche, como si llevaras un animal en la cabeza:

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Las Navidades aquí empiezan mucho antes y acaban mucho más tarde. Las decoraciones de Navidad abundan incluso en el lugar más remoto. Según nuestra guía, es en Filipinas donde la Navidad tiene una duración más larga que en el resto de países cristianos. Curioso.

Les encanta un postre o merienda bautizado como «halo-halo»: un mix de leche evaporada, hielo o helado raspado, servido con frutas (platano u otras) o con otros dulces (como caramelo) y puede que incluso judias. En tagalog «halo» significa mix. Tiene mil variantes y sabores y las presentaciones son, como sus jeepneys, coloridas y divertidas 🙂

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Tanto en las aldeas como en las ciudades hay máquinas expendedoras expuestas al aire libre de café o chocolate caliente para coger para llevar por tan solo 5 pesos (en el momento del post, esto equivale a 1 céntimo de €)

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«Last but not least…», esta señal urbana que nos encontramos paseando por Kaliboo durante el Ati Ati festival (isla de Panay, Las Visayas). Si más no, graciosa 🙂

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Sean las curiosidades que sean, este país, me encanta 🙂

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