Datong se encuentra ubicada al oeste de Pekín, en la provincia de Shanxi. Rodeada de montañas, Datong esconde dos de los múltiples tesoros de China: un monasterio budista colgante (el conocido como «the hanging monastery») y las maravillosas cuevas budistas de Datong, conocidas como las grutas de Yungang. Pese que según las medidas chinas, Datong es considerada una ciudad pequeña, para un europeo Datong es una ciudad mediana-grande con más de 3 millones de habitantes.
Además de estos dos impresionantes «monumentos», la ciudad vieja de Datong merece la pena ser visitada y los mercados nocturnos que se colocan en las calles al aire libre cuando la luna sustituye al sol dan mucha vida y marcha a esta ciudad. En ellos podrás encontrar de todo, desde zapatillas sonrientes, vestidos de princesa, casettes, helados, zumos verdes, barbacoas que se montan al momento y hasta espectáculos musicales que caldean el ambiente.
Recomendamos pasar en Datong 2-3 días: Uno para ir al hanging monastery, otro para ir a las grutas de Yungnan o cuevas budistas de Datong, y los ratos libres que os sobren entre los dos para conocer la ciudad vieja de Datong y la vida cotidiana de una ciudad no principal de China 🙂 Es difícil encontrar hotel sin pre-reserva. Nosotros lo conseguimos pero nos fue difícil porque en muchos hoteles no nos aceptaban por ser extranjeros.
Cómo llegar a Datong:
-Por tren: en la estación principal de Pekín, Xi’an, Taiyuan, Hangzhou y otras ciudades grandes de China se pueden comprar billetes de tren para los trenes que pasan por Datong. Se venden asientos de pie, sentado o estirado. El trayecto desde Pekín dura unas 7 horas. Ver cómo comprar billetes de tren en China.
-Por avión: vía el aeropuerto de Yungang que se encuentra a 15 km de Datong.
– El monasterio colgante o «hanging monastery» de Datong:
Se trata de un monasterio que está literalmente incrustado en la pared de un acantilado de forma que, si partes un monasterio por la mitad, toda una mitad de él queda fuera, colgando de la montaña y a 50 metros del suelo. La montaña de la que cuelga se llama Hengshan.
Construido en el año 491, es un misterio cómo ha sobrevivido el paso de los años con sus tormentas y temporales. Sientes algo mágico sientiendo en tus pies sus viejas maderas que rugen al pisarlas. Da un poco de vértigo moverte por él porque te sientes en un edificio milenario, colgando, que en cualquier momento podría acabar de caer, pero no: los budas y los espíritus de los monjes lo protegen.
Se puede subir a él a través de unas sencillas escaleras de madera, cada vez más estrechas a medida que vas llegando al templo, y una vez entras es como una terraza de madera donde detrás quedan habitaciones convertidas en templos con reliquias budistas, taoístas, y de Confucio, en diferentes alturas, y frente a tí la naturaleza en su pura expresión. Desde abajo el templo no parece tan grande, pero una vez en él descubres muchos rincones y espacios sagrados que se conservan pese al paso de los años.
Cómo llegar: En taxi desde la ciudad de Datong. El trayecto durará unas 2-3 horas sólo ida. Muchos turistas (incluso turistas chinos) contratan un taxi para que les lleve allá, les espera en el parking mientras ellos hacen la visita al templo, y luego les devuelven a Datong. Es una práctica muy habitual hacer esto ya que el monasterio no es de fácil acceso y es fácil equivocarse de bus en China.
En bus: primero se debe tomar un bus en la estación principal de tren que se diriga a Hunyuan County. Una vez allí, tomar el bus 8 o de nuevo, un taxi.
– Las grutas de Yungang:
En las afueras de Datong, este lugar es mágico: esconde más de 1.000 cuevas con esculturas de Buda en su interior (algunas de ellas aún conservan incluso los colores) y 52 grutas con estatuas increíbles budistas llegando a tener algunas más de 16 metros de altura. Por algo este lugar ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Son como unos grandes almacenes al aire libre donde vas viendo escaparates sin ventana de budas y budas sin parar, siendo capaz de imaginarte toda la historia que pasa tras ellos. En total, hay más de 51.000 estatuas de Buda en este recinto. Impresiona. Unas gigantes, otras medianas, y otras diminutas.
¡Ah! Saliendo del recinto de las grutas, en la zona nueva que han construido por la que tienes que pasar al salir antes de llegar a la parada de bus, hay un restaurante. Si tenéis tiempo, probad los dumplings al vapor tradicionales de Datong: ¡los de ese restaurante están de vicio!
Cómo llegar: en bus desde Datong. Salen cada día desde una parada frente a la estación principal de tren. Hay buses directos pero también hay buses que van primero a un punto, y desde allí puedes hacer transbordo y coger el segundo que te deja en las grutas mismo también. Lleva el destino al que quieres ir escrito en Chino y pregunta a los locales que se encuentren en la parada de bus qué bus debes tomar.