La fiesta de las luces, o «Fête de la lumière» de Lyon es una de las fiestas más populares de todo Lyon.
Celebrada en 2013 del 6 al 8 de diciembre en el centro de la ciudad, la fiesta recuerda a un hecho ocurrido en 1852, cuando se restauraba un viejo campanario de la capilla de Fourvière, ya antigua por aquel entonces. En la fecha que tenían prevista para la inauguración del nuevo campanario, el escultor no había terminado una estatua de la Virgen que debía coronar la edificación. Por este motivo, se decidió aplazar la inauguración al 8 de diciembre, coincidiendo con el día de la Inmaculada Concepción. El 8 de diciembre de aquel año, cayó una lluvia fuerte y constante, con lo que se siguió con la ceremonia inaugural prevista pero se anuló la iluminación general prevista. Al conocer los lioneses que se iba a anular la iluminación prevista, empezaron a colocar sobre sus balcones velas y velas, iluminando la ciudad con montones de ellas. De este gesto, nació el festival de las luces, festival hoy que recoge anualmente entre 3 y 4 millones de visitantes cada año de todo el mundo, y más de 60 puntos de iluminación artística sobre edificios o en plazas y parques de la ciudad francesa.
Durante la fiesta, se iluminan edificios de una forma original desde las 18h hasta la 1 de la mañana del día siguiente, durante 2 o 3 días consecutivos. Además de espectaculares proyecciones sobre edificios donde parece que los edificios ardan, se los lleve el viento, se conviertan en jardines, en océanos, en historias de El Principito, y infinitas historias creativas más, se recrean también bosques iluminados de luces de varios colores con un fondo de música relajante que te traslada a un enorme jardín zenn en lo que antes era una zona verde con escaleras…
En algunas plazas se colocan luces originales de colores en formas divertidas, desde una margarita gigante, a una fuente voladora que suelta agua iluminada, a cubos de colores pintados con diferentes formas, a juegos de luces y música espectaculares.
El ambiente de la fiesta es espectacular: gente de todo el mundo y un montón de puestos que se reúnen en las zonas iluminadas ofreciendo vasos de vino caliente por un precio módico, churros, castañas, crêpes de nutella o de lo que se quiera, bocadillos, o meeeega raciones de tartiflette como las de la foto 🙂
Ambiente de la fiesta
Si se quiere cenar en un restaurante típico de Lyon durante las fiestas de las luces hay que reservar con bastante antelación ya que el mismo día está todo a reventar (no sorprende ver carteles de «COMPLETO» en las puertas de los «Bouchon Lyonnais«, los restaurantes tradicionales de la ciudad). ¡La ciudad revienta de vida y gente! Hay algunas calles en las que, literalmente, se está encallado por la cantidad de gente y o no se puede avanzar, o se avanza a paso de tortuga. Por suerte, este atasco humano internacional solo lo vivimos en dos pequeñas calles de todas en donde ocurre este festival. De ahí que salgan estas normas presentadas en un lenguaje universal 🙂
En mi opinión, es muy bonito ver cómo los edificios cobran vida y «el aire» se ilumina. Yo me sentí como en una película de Disney con mi principito a mi lado y una copa de vino caliente en el otro 🙂
Escapadas de fin de semana desde Ginebra. Fiesta de las luces de Lyon.