El vudú es una religión que no se limita a clavar agujas a un muñeco con cara de una persona que no es de tu agrado… sino una religión con unas creencias que van mucho más allá y con unos hábitos practicados muy interiorizados.

Esta religión animista se originó hace cientos de años a partir de las creencias que poseían los habitantes de los pueblos que fueron trasladados en su mayoría como esclavos desde la África Occidental a costas occidentales. Se cree que nació en Haití por el año 1700, pero no existe documentación y puede que viniera siendo practicada desde hace miles de años.

Se fundamenta en el culto a varios espíritus o loas que son los guías en la vida de sus seguidores. Los practicantes del vudú reconocen la existencia de un Ser Supremo que creó el universo pero consideran que está demasiado lejos para tener una relación cercana con sus súbditos con lo que siguen a sus deidades menores.

En el día a día esta religión se traduce en lenguajes secretos que sólo entre ellos comparten -a veces ni entre todos, solo entre los que han sido formados desde la escala más inicial en el sacerdotismo del vudú-, dietas especiales, credibilidad 100% en las pócimas que los curanderos puedan recetarte -que van desde piel de mono con sangre de caballo y uña de gato hasta hacer ciertos ejercicios en casa, ver las fotos con lo que es la «farmacia» allá-, bailes endemoniados, rituales en grupo, creación de talismanes o fetiches -a mí me dieron uno para la fertilidad- que se convierten en su segunda mano para ellos, invocar a espíritus, hechizos de males de ojos…y un largo etcétera.

Los fetiches los verás presentes en todos los lugares en donde practiquen el vudú (por ejemplo seguramente algo que no sabes que hace allí, sea un fetiche con valor espiritual o talismánico para ellos). En las aldeas de Togo y Benín los habían por todos lados: pueden ser desde cabezas de animales disecadas, como  troncos de madera (en una aldea en concreto de Togo, las ramas de árbol representaban los espíritus muertos, con lo que las entradas de las casas estaban repletas de troncos de árbol para que los espíritus de los antepasados les protegieran de los males), como pequeñas piedras que consideran medicinales, o estatuas de espíritus.

En el mercado de Dantokpa de Cotonou hay paradas con elementos considerados mágicos: cráneos de animales, serpientes disecadas (en la ciudad de Ouidah en Benin hay un templo dedicado solamente a las serpientes en el que encontraras miles de serpientes libres)… se desprende un olor insoportable para los que no estén acostumbrados, y todo parece poseedor de fuerza oculta, de ser susceptible de constituir un talismán, o de incorporarse a un fetiche, al cual se riega con sangre de pollo o de cabrito. Y antaño, con sangre humana.

En cuanto a los remedios caseros, la «farmacia» de allá es una tienda con un aparador con una multitud de animales muertos y disecados, algunos abiertos de par en par mostrando sus órganos (aun recuerdo el gato abierto por la mitad donde podías ver perfectamente el intestino, el esófago, las vértebras, el corazón…) y pedirás las porciones que el curandero te haya asignado.

Todo un mundo.

Aquí van un par de videos para acompañar el relato de las experiencias que tuve en unas fiesta vudu en Togo y Benin:

– http://www.youtube.com/watch?v=Y1f6ee3v1EM: Fiesta por el nacimiento de un nuevo espíritu (o loa) en una aldea de Benin. Cada «máscara» (ellos llaman máscara lo que a mis ojos me parece una tienda de campaña decorada y llena de colores) representa (para los practicantes del vudú: ES) un espíritu. Cada espíritu -hay varios- salen a la plaza a bailar y mostrarse, a la vez que sus practicantes tocan tambores y danzan los bailes del vudú.

Es increíble ver como se hipnotizan con este tipo de bailes y realmente parece que algunos hayan perdido el consciente… Había una mujer con su bebe a las espaldas que se movía energéticamente y sin parar, incluso dando brincos, con una exaltación única, y su bebé estaba dormido a sus espaldas sin inmutarse… ¡Me sorprendió muchísimo!

Se cree que los muertos andan entre los vivos durante sus bailes de vudu y que tocar a la persona que está bailando durante el trance puede ser tan peligroso que le puede llegar  a provocar la muerte.

En el video solo he captado cuando la danza vudu ya está finalizando. Estaba anonadada viendo lo que veía -que fue por casualidad cerca de la aldea de Heve- y no caí en guardarlo para un futuro. Hasta llegar a lo que se ve en el video, las diferentes máscaras o espíritus interactuaban entre ellos. Se identifica la personalidad de cada espíritu mientras bailan: ves los que van más rápido, con más energía; los que van más «felices», la que está «maldecida», etc. La parte que se ve en el video es cuando el espíritu ya se ha presentado al pueblo y tras hacerle una serie de rituales -les hablan, les tiran una especie de polvos, etc-, éste se para en un punto de la plaza y «se abre» al exterior, dando a conocer lo que lleva en su interior (tras casi 1 hora o más de bailes previos). En este caso (cada espíritu mostraba interiores diferentes) la máscara del video muestra un puñado de hojas intensas y vivas que, si os fijáis, se mueven ellas solas sin la intervención de ningún ser humano de la fiesta. De ahí la magia del vudú. Solo los sacerdotes pueden conocer sus secretos. Verás que mientras los practicantes del vudú hablan al espíritu, su cobertura exterior (la máscara o tienda de campaña para mi) continua bailando. Es la reacción del espíritu interior de la máscara a las palabras del practicante del vudú. Mientras, una veintena de practicantes sigue bailando en el inconsciente y tocando los tambores…

Al inicio pensaba que habían niños escondidos bajo las máscaras y que eran ellos quienes se movían y hacían girar las máscaras. Me pareció ver unos pies bajo las máscaras corriendo… Pero cual fue mi sorpresa (y la de todos) cuando tras abrir la máscara no había nada el interior, o no más que un par de hojas verdes…. ¿Cómo lo hacen? ¿Existe realmente la magia de vudú? No lo sé. Yo solo sé que lo que vi es real y que no le encuentro explicación alguna de cómo diantres realizaban las máscaras esos bailes por sí solas y reaccionaban a los cánticos y danzas de sus seguidores…

En este caso, lo que presenciamos se engloba dentro de lo que es la magia blanca del vudú: El vudú puede aplicarse para bien (magia blanca, la que aplican los curanderos) o para males de ojo (la magia negra, la que todos conocemos de los muñequitos y que en los lugares donde el vudú es una realidad practican los brujos).

Es tal lo mal visto que está practicar magia negra entre los creyentes del vudú, que en las aldeas el curandero es quien se lleva el respeto del pueblo y es la segunda persona más importante después del alcalde, que pasea libremente por la aldea y todos le respetan y saludan, mientras que el brujo le hacen vivir en las afueras en un refugio apartado del pueblo y solo los que se atreven pueden ir a él para pedirles remedios de la magia negra…

 

– Aquí os paso un ritual más del dia a dia, en el que alimentan a sus totems o fetiches (ellos también necesitan de su dosis alimentaria diaria! 😉 http://www.youtube.com/watch?v=Xjd3GD93PGA

La ruta del vudú es sin duda una ruta mágica si quieres adentrarte en todas esas creencias del más allá y conocer una cultura, una manera de pensar y una manera de ver la vida bien diferente a la nuestra.

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