Una vez en Yogyakarta, elegimos un hostal que nos gustó mucho, con mucho encanto, economico, y super bien ubicado. Es una casa familiar con habitaciones, y «en la recepcion» viven el padre, la madre y el hijo. Se llamaba «Dewi Homestay». Esta en la calle «Gang I», en la esquina con Jalan Sosrowijayan. ¡Y cerca de la estación de tren que va a Jakarta! (De hecho del hostal a la estación de tren a pie son 4 minutos). En toda la zona alrededor de este hostal encontraréis muchas opciones para dormir.
- Esta calle (Jalan Sosrowijayan) tiene muchos callejones pequeños que le salen a los lados y vale mucho la pena pasear por aquí unas 3-4horas. Tanto la calle principal como los pequeños están llenos de hostales y restaurantes para backpaquers pero también de tiendas con arte tradicionales (hay una tienda delante del restaurante y hostal «Superman» que venden unas máscaras hechas con batik -La tela tradicional de Indonesia- super bonitas). Muchos de estas calles están decoradas con grafitis muy coloridos. Se refleja que Yogya es el alma bohemia de Java y es un buen lugar para cenar.
- Una vez recorrido Jalan Sosrowijayan, hay que bajar por Jalan Malioboro dejando la estación de tren atrás (Jalan Malioboro es una de las calles principales de Yogyakarta). Toda esta parte de Jalan Malioboro, desde Sosrowijayan hasta una rotonda llamada Alun-Alun, esta llena de tiendas donde las mujeres viajeras nos perdemos: faldas, bolsos, camisas, camisetas, Monederos, pulseritas y mil cosas más, todas con estampados típicos de allí. También hay un centro comercial justo enfrente por si desea escapar del agobio de esta calle qué esta muy bien.
- Id bajando esta calle (Jl Malioboro) hasta la Gran Mezquita. Y después de la gran mezquita se debe ir a ver el «kraton» (el palacio de los sultanes). Ojo: sólo está abiertos por las mañanas hasta las 14h y los viernes hasta las 13h.
- Después de haberse empapado de cómo viven los sultanes en el Kraton, hay que ir a ver el mercado de pájaros que está a 2 minutos caminando del kraton. Recomendamos perderse por los tranquilos callejones de esta zona (alrededor del kraton): Son como mini barrios familiares peatonales, tranquilos y seguros donde respirarás a «hogar». A mano derecha del Kraton es donde hay más calles de este tipo. ¡En ellas cuesta creer que se esté dentro de una ciudad!
- Y después por la noche, seguro ya reventados de la caminata, se puede ir a ver un espectáculo de Ramayana, el teatro-baile tradicional balinés. Los hacen en un teatro / parque de atracciones que se llama Purawisata y el precio vale la pena. Hacen representaciones todos los días, comienzan a las 20h, terminan a las 00h y se pueden reservar entradas en el mismo día. El público es mayoritariamente extranjero, pero merece la pena conocer Ramayana como parte de la cultura de Indonesia (sus trajes, sus maquillajes, su forma de hacer teatro, etc).
En total en Yogyakarta ciudad puedes estar casi dos días para disfrutarlo bien y con calma.
2.- Alrededores de Yogyakarta
Desde Yogyakarta hay dos excursiones de ida y vuelta en un mismo día que son un «must» hacer:
1) Ir a los templos de Borobudur (un templo budista enorme super bonito que te dejará perplejo). Se llega en bus desde Yogyakarta y el bus tarda 1 hora y media máximo. Si sales a las 9h de la mañana de Yogyakarta cuenta con que estarías de vuelta para las 15h o 16h.
2) Ir a los templos hinduistas de Prambanan: lo comparan con el famoso Ankor Wat de Cambodya, por la belleza y similitud. Un complejo con muchos templos hindúes de todos los tamaños super bonitos. Se llega también con autobús desde Yogyakarta que dura una media hora. Si se lleva carné de estudiante te hacen descuento en el precio de la entrada. Si sales de Yogyakarta a las 9h de la mañana cuenta con que estarías de vuelta sobre las 13h-14h.
Total tiempo que recomendamos destinar a Yogyakarta teniendo en cuenta las excusiones a los templos: 3 días mínimo (1 Yogyakarta, 1 Borobudur, 1 Prambanan), 4 días para ir con la calma y tener uno más para descubrir otros rincones de Yogyakarta.
Es uno de los lugares que más nos gustó de Java.