Hemos llegado a Singapore y me da la impresion que es un país que nada tiene que ver con la gran mayoria de sus colegas asiáticos: aquí casi no hay bicis (de hecho te multan si vas en bici cruzando un puente), nada de rickshaws o taxis economicos por el estilo, nada de claxons constantes por la ciudad. Todo super limpio, organizado, parece todo pensado hasta en el ultimo detalle. Te multan si escupes en la calle, las manifestaciones o huelgas son prohibidas, y si te mueves por Orchard road o cerca de Marina Bay todo es lujo. Podrias estar en una de las grandes avenidas de Nueva York: mega centros comerciales uno al lado del otro con tiendas de lujo como Gucci, Prada o Louis Vuitton, a cada 5 metros ¡a cada 5 metros hay una tienda Louis Vuitton! Starbucks, H&M, Ferrero Rocher. Centros con una decoracion muy muy cuidada, con la iluminacion bien estudiada, con infinitas posibilidades de puestos de comida (desde china, a malaya, a japonesa…). Consumismo en su estado puro, y el lucir ante todo.
Menos comida europea, hay de todo en sus «food courts»: son unos tipicos restaurantes de Singapur que reunen a varios restaurantes de diferentes estilos en uno y cada persona coge el estilo de comida que le apetece (por ejemplo, a mi me apetecian unos dumplings chinos y unos noodles thai, pues «sirvase usted mismo», a nuestro amigo le apetecia una sopa japonesa, a la chica un plato de Singapur…) Cada uno coge lo suyo donde le apetece y luego lo comparten juntos en una mesa común. Debo reconocer que esta idea del food court me encanta: hay muchísimos por la ciudad -sobretodo dentro de centros comerciales, con lo que perfecto para «rainy seasons» como la que estamos ahora-, hay comida para todos los gustos -fin de las discusiones tipo «qué te apetece hoy cenar»-, económico (te costará entre unos 3 y 4 euros el comer), los platos son abundantes con lo que con uno ya te llenas, y no tienes que limpiar 😉
Por otro lado, la multiculturalidad que hay hace, para mi, a este pais atractivo. No solo es que hayan indios, pakistanies, chinos, malayos o españoles, sino que cada uno tiene sus fiestas que se celebran y respetan -el centro de Singapur estaba hoy decorado todo de Navidad y chinos haciendose fotos con las decoraciones. Gracioso-, su comida, y moverse con gente de todo el mundo, enriquece.
¿La contra por ahora -aun nos falta ciudad por ver-? Para mi, demasiado lujo, una vida demasiado basada en el consumismo, y que no ha habido nada que realmente me haya hecho sentir mariposas en el estomago pese a lo bonitas que han sido las vistas de postal de Marina Bay y la sensacion de grandeza que te abruma, personalmente me impresionan, pero no me hacen sentir. Me van más los mercadillos callejeros, las pequeñas calles con tiendas locales, y la jungla en su esencia 😉
En 4 meses volvemos y veremos los barrios más… Mmm… Menos lujosos (little india, barrio chino, etc) y os podremos comentar con un ojo global y más completo cómo es y cómo se vive en esta ciudad.
Por hoy, una primera pasada a este pais. Mañana, bus con destino Kuala Lumpur 🙂
eiii!!
llastima que hagueu anat directes a kuala lumpur!! just a tocar de la frontera amb singapore, hi ha unes illetes increibles 😉 es diu Pulau Tioman! si podue anar, aneu-hi!
ah! i aneu a penang!! no us oblideu 😉
Ok!! Ho tenim en compte x a quan planejem visitar mes a fons aquella area ;). Per començar el nostre objectiu inicial era arribar i començar x Myanmar a fons. Tips apuntats!! Gracies maca!! Take care