Estamos de viaje por Nepal, y nos hemos decidido a hacer un trekking de 5 días en la región de los Anapurna. Queremos experimentar la cultura local por el camino y conocer otras formas de vivir. La altura a la que lleguemos, o el nombre de la montaña, nos daba bastante igual 🙂
Así, buscamos una agencia local de Pokhara donde hacer un trekking que incluyera yoga y meditación y estancia en pueblecitos. Elegimos la montana Panchasee Hill, un lugar de peregrinación en los Anapurna con varios templos budistas en su cima poco conocido a nivel turístico, a tan solo unos 2500 o 2600 metros de altura.
Junto con dos mujeres de Dinamarca que se unieron a nuestro “yoga trek”, y el guía-yogui nepalí que nos guiaba por las montañas y en la meditación, empezamos nuestro trek de 5 días. Nuestro guía es un autentico yogui: vive por y para el yoga y la elevación espiritual. Se levanta cada día a las 4 de la mañana para hacer su sesión de yoga y meditación de 2h, seguido de enseñar yoga y meditación a otros. En sus tiempos libres, practica música, pero no rockera, sino “chanting”, una música cantada en sanscrito donde se cantan mantras que ayudan a la concentración de la mente y al crecimiento espiritual… El yoga es su filosofía desde los 13 años! Nos dice que no hay muchos practicantes de yoga en Nepal, pero en su pequeño centro de Pokhara se reúnen muchos de ellos.
Nos levantamos cada día a las 6 de la mañana para ver salir el sol en los Himalaya con una taza de té casero de jengibre, limón y miel en mano. Una postal preciosa ver como se refleja el sol en la nieve, estando en plena naturaleza y en silencio. Lo positivo de haber elegido un trek no turístico es que estuvimos los 5 solos durante todo el trek! (salvo en los pueblos donde dormíamos que también estaban las familias locales, claro). Eso nos encantó 🙂
Después de ver salir el sol, estirábamos nuestras esterillas de yoga y, en pleno aire libre y con el estomago vacío para dejar que la practica beneficie lo mas posible a nuestro cuerpo, empezamos una sesión de 1h30 o 2h de meditación, seguido de estiramientos para prepararnos para el trek, seguido de yoga.
Con la mente y el cuerpo bien a punto y muy “shanti” (en paz), llega la hora del desayuno y partir hacia nuestro siguiente pueblo-objetivo. Toda la comida que nos ofrecieron a lo largo del trek estaba deliciosa. En uno de los pueblos nos invitaron a la cocina y estuvimos cocinando con ellos y aprendiendo a cocinar la comida local en sus cocinas. Son todo gente extremamente amable, te abren las puertas, se preocupan de que estés bien, y te dan de comer tanto como las abuelas. Todos nos hacían sentir muy bien.
En las habitaciones que se duerme por el camino obviamente no hay calefacción ni agua caliente, a veces tampoco hay luz. Pero la gente le da calor con su corazón bien caliente y alegría! Llenan las habitaciones de vida. Lo que mas nos costaba eran siempre los lavabos… agujero en el suelo, sin luz ni apenas oxigenación, y olores fuertes… Mejor usar el “natural toilet” 😉
Las caminatas durante el día no eran muy largas, el objetivo era de disfrutar del camino, las vistas y los encuentros. Caminábamos 3 a 5h máximo, excepto el ultimo día que estuvimos 6h de bajada sin parar en escaleras de piedra para llegar al pueblo desde donde se podía coger un bus de línea que nos dejara en la ciudad de nuevo. Una experiencia muy chula donde pasamos por muy diferentes pueblos, en uno de ellos nos acogieron para ofrecernos té y lassi, una bebida local a base de yogur, y paisajes también muy diferentes. Siempre que nos veían llegar a lo lejos los niños nos chillaban: “Namasteeeee” y se formaban corros alrededor nuestro. Algunos nos pedían “chocolate! Chocolate!”. Mala influencia de previos transeúntes… Y luego querían entablar siempre conversación con nosotros : como nos llamamos, de donde venimos, que hacemos…
Una cosa que nos chocó, es la cantidad de basura (botellas de plástico, envueltas de chocolatinas, etc.) que se ve por el camino en las montañas. Es una lástima que no exista la concienciación por la conservación por la natura en esa área. La verdad es que hasta en la capital de Nepal, Kathmandu, era muy difícil encontrar una basura donde tirar una pequeña envuelta de lo que fuera… Hay mucho por hacer en este pequeño gran país!
De esta caminata, nos quedamos con :
- La salida del sol en los Himalaya
- La compañía a lo largo de todo el trek
- Las conversaciones curiosas con nuestro yogui que, casualidad o no, se llama Yoguisesh 🙂
- Los momentos en la cocina con el dueño de un guest house en un pueblito de montaña, donde nos quedamos a dormir dos noches y nos enseñó a carcajadas a cocinar la comida nepalí a su manera.
- El olor de los baños…
- El dormir embutida en un saco de dormir para -20 grados como si fuéramos gusanitos 🙂 no hubieramos aguantado muchos días pero justo 5 estuvo bien 🙂
- La comida que nos ofrecían en todo el trek: local, hecha al momento y deliciosa! Ahora bien, en esta zona olvídense del “fast food”, primero hay que calentar el fuego para cocinar y eso ya toma mucho tiempo… Lo mínimo mínimo que puede necesitar una comida para ser preparada es 1h. Pero merece la pena!
- El “good morniiiiing” desde el otro lado de la puerta de la habitación, mientras hacían sonar su “singing bowl” (cuenco tibetano usado para meditar) para despertarnos y no paraban hasta que no respondiamos: “good morniiiing!”
Hola! Soy Julia de Argentina como están? Quisiera saber como se llama el lugar donde contrataron el trekking en Nepal. Muchas gracias y saludos desde Argentina!
Hola Julia! Estamos bien, ¡gracias! ¿Y tu? ¡¡Deseamos que tambien!! La agencia con la que hicimos el yoga-trek es la siguiente, te dejo todos sus detalles:
Purna Yoga & Treks Pvt. Ltd.
Lakeside, Bangladi-6
Pokhara, Nepal
Tel: +977 61 465922
Mobile: +977 9851158384
http://www.nepalyogatrek.com
http://www.purnayoga.com.np
Te la recomiendo mucho. Nos gusto muchisimo no solo la experiencia del yoga, meditación y trekking sino también la calidad humana!
Ojala te encaje y te llene tanto como a nosotros!
Saludos desde la isla Mauricio! 😀